The Box: Pensando y rediseñando la caja por fuera desde dentro
“Piensa fuera de la caja” Todos hemos escuchado esa frase o la hemos dicho en algún momento. Las empresas alientan a sus empleados y socios a pensar fuera de la caja para generar grandes ideas, ideas que se hagan virales y aseguren un reconocimiento y fama sin precedentes en la historia de la organización.
Lo que sucede es que muchas empresas no se dan cuenta que antes de llegar a ese punto de éxito es esencial definir esa caja con la que los innovadores y el resto de miembros del negocio deben trabajar. Toda empresa se puede contener dentro de unas “paredes” con forma, tamaño, color, textura, olor y material distintos a los de otras empresas. Lo que sucede es que estos atributos van cambiando con el tiempo, van evolucionando según la forma en la que nos definimos y competimos en el mercado. Y eso es algo bueno y maravilloso, puesto que nos permite brillar con liderazgo e inspirar a otros a sacar el mayor partido de su caja particular.
Para definir nuestra caja, es fundamental tener claro los factores que entran en juego: identidad de marca, valores, historia, cultura, insights… en definitiva, todo lo que nos define y por y para que trabajamos. Entender todo esto es crucial: nuestra identidad, el contenido de la caja tiene que estar perfectamente identificado y arraigado en la empresa, todos los empleados y miembros de la organización deberían conocer qué es lo que está en la caja.
Solo cuando este conocimiento está definido y es compartido a lo largo y ancho del negocio es cuando se puede empezar con el proceso creativo, ya que si esto no fuera así, las ideas no encajarían adecuadamente con nuestra marca, puesto que generarían confusión al no estar alineadas correctamente con los valores de marca.
13 consejos para pensar fuera de la caja
La expresión pensar fuera de la caja viene de del juego de los nueve puntos, un rompecabezas de Henry Dudeney donde el objetivo es conectar los 9 puntos usando 4 líneas rectas o menos sin levantar el lápiz del papel: la única forma de resolverlo es extendiendo las líneas fuera de la caja de puntos.
Lo más importante que tenemos que tener en cuenta es que las ideas más llamativas no son necesariamente las mejores. Deberías preguntarte: ¿funciona esta idea para mi marca? Para obtener la respuesta correcta tienes a mano a tu mayor aliado: la caja de tu empresa. Una idea puede ser muy disruptiva, pero sin unos cimientos sólidos que la sostengan, el edificio puede venirse abajo. Lo mismo sucede buscando inspiración para encontrar ideas en las tendencias del sector o en los grandes éxitos de los líderes, hay que analizar si se trata de una idea inteligente que encaje perfectamente con nuestra marca.
Ahora bien, pensar fuera de la caja es indispensable para innovar y crear ventajas competitivas, puesto que el pensamiento creativo requiere aprender como traspasar los límites y superar las barreras que nos encontramos. Algunos consejos útiles que pueden ayudarte a hacer esto y, al mismo tiempo, generar beneficios palpables en todos los niveles de la empresa, tanto en motivación como en engagement, son los siguientes:
- Ayuda y facilita a todos los miembros de la empresa a encontrar su lugar en nuestra caja particular.
- Crea un equipo con personas de diferentes disciplinas que te ayuden a tener diferentes perspectivas.
- Cuestiona todo lo establecido, fuerza los límites.
- Habla fuera de la oficina con los usuarios y empatiza con sus problemas.
- Aborda los problemas y no las soluciones.
- Haz una tormenta de ideas sobre los deseos, necesidades y oportunidades no manifiestas de los usuarios finales.
- Haz que el problema que has encontrado y su solución sean relevantes para el cliente.
- Considera por un momento que tus percepciones son realidad, crea con ellas proposiciones de valor innovadoras.
- Piensa más en términos de “quiero, deseo X” y en “qué pasaría sí Y”.
- Deja que las ideas y conceptos evolucionen y cambien con el tiempo.
- Circunvala la burocracia de tu organización y mantén el proceso creativo siempre actualizado.
- Organiza un almuerzo semanal y crea grupo.
- Dale tiempo extra a tus empleados para ser creativos y generar nuevas ideas en solitario.

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