Design Thinking: Innovación en la gestión de empresas

Posted on martes, mayo 05, 2015 Under 0 comentarios

 Toda empresa necesita del diseño, un negocio no puede empezar ni crecer sin él. Los diseñadores combinan la sensibilidad, la empatía y la creatividad para solucionar problemas. Sin embargo, más allá de los dones naturales con los que nace cada uno, el proceso mental que utilizan los diseñadores puede aprenderse como un proceso sistemático para resolver problemas y eso es a lo que se le conoce como design thinking.

Pensamiento de diseño y colores

Derechos de la foto: Nicolas Buffler


“El design thinking es una aproximación a la innovación centrada en las personas que utiliza las herramientas de los diseñadores para integrar las necesidades de las personas, las posibilidades de la tecnología y los requisitos de éxito de un negocio —Tim Brown, CEO de IDEO

Diseñadores y administradores: ¿Por qué no ser ambos?

La forma en la que un diseñador enfoca un problema y trata de encontrarle solución es totalmente distinta a la de un administrador de empresa. Lo realmente interesante es que ambas son complementarias entre sí, dado que la primera se basa en la experiencia del usuario y la segunda en la objetividad y la cuantificación.

Imaginemos una empresa que quiere aumentar su gama de productos. Los gerentes de la empresa realizarían un estudio de mercado, un análisis estratégico de las oportunidades, fortalezas, amenazas y debilidades de su organización, así como análisis regresivos buscando tendencias en base a los datos que tiene la empresa de años anteriores. Todo ello acompañado de un informe detallado que explicaría cuál sería la decisión más adecuada en base a las mediciones realizadas por la compañía.

Por otro lado, si esta tarea se le encargase a un grupo de diseñadores, tras realizar un estudio de mercado, hablarían con los responsables de los establecimientos de venta y sus empleados para conocer sus opiniones acerca de la experiencia de compra y anécdotas que hayan tenido con sus clientes, y utilizar esa información diseñar diferentes escenarios y “clientes tipo” que permitiesen desarrollar varios productos conceptuales o productos mínimo viables. Esos productos mínimo viables serían presentados a clientes potenciales y diferentes miembros de la empresa para obtener feedback y mejorarlos hasta alcanzar el estatus de producto definitivo.

Como puedes comprobar ambos enfoques son completamente diferentes, pero se complementan muy bien el uno al otro. El design thinking permite hacer que los productos o servicios que vendemos se sientan reales y cercanos, novedosos, innovadores y diseñados por y para ser comprados por personas; mientras que la gestión de empresas nos enseña que no todo lo nuevo tiene por qué crear valor y que una empresa no puede sobrevivir solo creando valor, tiene que ser capaz de manejar correctamente su estructura financiera y su estrategia de futuro.

Escritorio diseñador

El proceso de Design Thinking

El proceso del design thinking está estructurado en 5 fases, pero el trabajo y el tiempo que lleva completar cada una de ellas depende del proyecto en el que se esté utilizando esta metodología. De forma resumida, estas son las etapas del design thinking:

  • Paso 1 Entender: en esta fase se trabaja para comprender la magnitud del reto al que nos estamos enfrentando, buscando alcanzar un conocimiento profundo del mismo intentando ir más allá de nuestra propia experiencia en proyectos similares.
  • Paso 2 Definir: una vez hemos adquirido el suficiente conocimiento, podemos definir fácilmente con términos específicos ante qué clase de reto estamos y cómo podemos enfrentarlo.
  • Paso 3 Idear: Ahora que tenemos la problemática definida y sabemos qué tenemos que resolver, es el momento de utilizar la creatividad para intentar encontrar soluciones. Debido a la naturaleza creativa de esta fase, muchos equipos pasan rápidamente por las dos etapas anteriores y terminan fracasando.
  • Paso 4 Prototipar: Una vez se han encontrado suficientes soluciones en la fase anterior, es el momento de seleccionar las más viables y crear un prototipo de cada una de ellas. Esto te permitirá tener una primera impresión de cómo serán finalmente. Los prototipos no son siempre tangibles, pueden ser servicios, experiencias, procesos, etc.
  • Paso 5 Testear: Poner a prueba los prototipos reduce los costes durante el desarrollo y evita desastres comerciales. Cualquier error que salga a la luz podrá ser corregido y la solución final acabará siendo la mejor que se pudiese obtener.

Lo más importante de este proceso es que no siempre consiste en ir desde el paso 1 hasta el 5, a veces entre fase y fase hay que dar un paso atrás y repetir alguna de ellas. Por ejemplo, en la fase de definición puedes percatarte de que necesitas más datos que te puedan ayudar a comprender mejor algunos matices del problema al que te enfrentas; o puede suceder (de hecho es bastante común) que en la fase de prototipado no puedas fabricar el producto que estás diseñando tal y como lo has ideado por culpa de que exista alguna barrera técnica que lo impida, con lo que sería necesario volver a la fase de generación de ideas teniendo en cuenta esa información para encontrar otra solución.


Sobre el autor

Consultor de innovación para empresas con Master MBA. Enamorado del mundo de la empresa y de la innovación. En continuo aprendizaje y siempre dispuesto a descubrir cosas nuevas.
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