Coopetición: ¿Cooperar con competidores?
La competencia nos ayuda a hacer las cosas mejor, a ser más eficientes, eficaces y sobre todo a no dormirnos en los laureles. Pero lo cierto es que solemos considerar a nuestros competidores como una molestia y solo vemos las desventajas de no estar solos en el mercado. Quizás nos estemos equivocando: la clave está gestionar la coopetición: competir y cooperar al mismo tiempo.
Derechos de la foto: Australian Paralympic Committee
¿Coopetición?
La coopetición puede ser una herramienta muy poderosa si sabemos utilizarla adecuadamente, pues puede ayudarnos a innovar con éxito o a darle un nuevo impulso a nuestro negocio. Pero, ¿qué es exactamente?
La coopetición es una estrategia que consiste en colaborar con algunos de los competidores, para así intentar captar un beneficio común que de otra manera sería difícil de conseguir.
Es decir, que en vez de considerar a nuestros competidores como enemigos a los que hay que derrotar, podemos verles como potenciales colaboradores para desarrollar algo que por razones de costes, conocimiento o escala es imposible que hagamos por nosotros mismos. Metafóricamente podemos decir que la coopetición es competir sin romper la tarta y al mismo tiempo cooperar sin que tu competidor se coma tu parte.
Algunos casos en los que podemos aplicar esta estrategia son:
- Desarrollo de un nuevo producto
- Explotar un recurso común
- Ahorrar costes de producción
- Alcanzar mayor escala
En definitiva, esta estrategia es una oportunidad a tener en cuenta en cualquier situación en la que la mejor opción sea colaborar con un grupo de personas que sean muy buenos en algo en lo que nosotros somos mediocres o que no hacemos, y se de la casualidad que estas personas sean nuestros competidores.
Esta estrategia se aplica actualmente en muchas empresas, y quizás el ejemplo más palpable que tengamos ahora mismo viene de la mano de Toyota, Citroën y Peugeot con el desarrollo del Toyota Aygo, Citroen C1 y Peugeot 107.
Si por ejemplo eres una pequeña carpintería, puedes aliarte con otra carpintería para sacar adelante un encargo de un cliente que por ti mismo no podrías hacer. Supongamos que eres muy bueno fabricando mesas, sillas y armarios, y que tu competidor es un experto carpintero artesano y realiza excelentes grabados y tallas en madera. Si tu cliente quiere una serie de armarios con determinados grabados y figuras en las cornisas y en las puertas para un hotel, ¿por qué en vez de rechazar el pedido no cooperas con tu competidor y os repartís el beneficio?
Los principales problemas de esta estrategia radican en que hay que tener muy claros los límites que vulneran las leyes de la competencia y que hay que cooperar sin enseñar nuestras cartas de triunfo. Debemos tener cuidado de realizar malas prácticas para el sector y sobre todo de no mostrarle a nuestro competidor cómo obtenemos nuestras ventajas competitivas.
Aunque las ventajas de esta estrategia son generalmente mayores que las desventajas en la que podemos incurrir, sólo tú puedes decidir qué es mejor para tu negocio e inclinar la balanza hacia la estrategia que más te convenga. Y tú ¿qué opinas de la coopetición?

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